por Paola Visca – Bajo la liberalización de las inversiones en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México recibió importantes flujos de capitales y logró aumentar sus exportaciones. Sin embargo, esos procesos no permitieron generar significativamente más empleos, no desencadenaron aumentos salariales, mientras que acentuaron los flujos migratorios, la dependencia científico-tecnológica y el deterioro ambiental. Cualquier intento de revertir esos efectos negativos actuando sobre las inversiones está impedido por el propio TLCAN, en tanto el Estado pierde buena parte de su capacidad de maniobra.
P. Visca es analista de información en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología, Equidad América Latina). Publicado en Tercer Mundo Económico, No. 176-177, enero-febrero 2004. Descargar …