por Paola Visca (desde Mar del Plata) – La expectativa ha aumentado en el último tramo de las negociaciones gubernamentales en la IV Cumbre de las Américas. Las interrogantes se suman en tanto los Coordinadores Nacionales y Plenipotenciarios que están negociando desde hace días, no consiguen ponerse de acuerdo en temas cruciales para la agenda continental, especialmente en aspectos económicos y comerciales.
Mucho más fácil ha sido que los representantes de los 34 países coincidieran en los temas específicos de la Cumbre: trabajo decente, trabajo infantil, entre otros. Pero no parece tan sencillo acordar sobre asuntos que tienen consecuencias en el corto plazo mucho más evidentes. Además, los gobiernos parecen preocuparse mucho más por los temas de carácter estrictamente económico, y en especial los comerciales, y en ese terreno es donde se dan los mayores debates.
En particular las políticas comerciales, el tratamiento a los trabajadores migrantes, atención ante desastres naturales y regularización del trabajo rural son algunos de los escollos que han surgido en las negociaciones preparatorias del documento final. Como consecuencia se han organizado grupos de discusión paralelos a las reuniones ordinarias para intentar llegar a un consenso.
En definitiva vuelve a surgir la discusión implícita o explícita de si se debe introducir el ALCA en la declaración o no. Y otra vez también, las dos posiciones al respecto parecen estar muy claras. EE.UU. encabeza el grupo de los que quieren continuar con aquel proyecto, mientras Venezuela lidera a aquellos que se oponen radicalmente. En el primer grupo se encuentran Chile, Canadá y varios países de América Central, mientras en el segundo están alineados en especial los miembros del Mercosur.
De todas maneras, las posturas en el Cono Sur tienen algunos matices. Brasil no rechaza un “ALCA light”, y estaría dispuesto a negociar en los términos que encuentre convenientes. Argentina está dispuesta a negociar algunos temas si Estados Unidos realmente desmonta sus subsidios agrícolas.
Esta diversidad de posiciones hace que el consenso se visualiza como algo difícil de conseguir en este tema. Todo esto puede terminar entonces en una situación similar a la de años atrás: una mención al libre comercio y el ALCA que sea vaga, sin fechas ni medidas concretas, sin avances sustantivos.
Mucho más grave es que con los demás temas, y sobre los cuales hay consenso, también se caiga en menciones genéricas, sin establecer medidas concretas, por ejemplo en mejorar las condiciones del empleo en la región. Hasta ahora las cumbres anteriores no han sido eficientes en encontrar caminos concretos que mejoraran la vida de los habitantes del continente; los altos índices de pobreza y marginación social lo muestran. En el caso del empleo, que es el tema central de esta cumbre, sería necesario que se tomaran acciones para revertir las altas tasas de desempleo que padecen los países latinoamericanos. Esto a su vez redundaría en mejores condiciones de vida, más dignidad para la población y en definitiva, conduciría a más crecimiento.
Argentina suspende reunión con México
Las tensiones en este y otros temas son evidentes. México se convirtió en las últimas horas en el principal promotor de un texto final que apunte claramente el ALCA. El presidente Fox reclamó que Argentina realizara un “esfuerzo extraordinario” para avanzar en ese campo, y que como país anfitrión debía dar el ejemplo. El resultado de esa pulseada ha sido que el gobierno argentino sorpresivamente decidió este viernes 4, suspender la reunión del presidente Kirchner con Fox.
Encuentro de Bush y Kirchner
Las contradicciones también aparecen con Argentina. Su presidente es conocido por sus ideas contra el neoliberalismo y las recetas económicas ortodoxas, pero al mismo tiempo debe tratar de renegociar su deuda con los organismos multilaterales de crédito, especialmente el FMI. Esta situación es un tanto paradójica, ya que Argentina decidió no pagar la mayoría de la deuda contraída con los acreedores internacionales, poniendo en práctica un canje que es considerado exitoso. Este canje no le alcanzó para liberarse del peso sustancial de la deuda externa, y es necesario que se renegocien los plazos y montos que el país tiene con el organismo para poder seguir adelante con la estrategia del actual gobierno.
Esto explica la expectativa sobre el encuentro de Kirchner con el presidente Bush. Todos reconocen que si bien Argentina tiene una posición comercial diferente a la del país del norte, debe al mismo tiempo recurrir a Washington para que interceda por ellos ante el FMI. Parecería como que Argentina tuviera que elegir a qué le otorgará las prioridades: si a la oposición al proyecto de integración comercial promovido por EE.UU., o a la posibilidad de continuar con su propia estrategia de desarrollo.
La reunión de Bush y Kirchner tuvo lugar finalmente este viernes 4 por la mañana. Si bien la conferencia de prensa fue muy corta y no se permitieron preguntas, se supo que Argentina buscó el apoyo de Bush en sus negociaciones con el FMI. En la conferencia de prensa Bush elogió a Argentina y a Kirchner, sosteniendo por ejemplo que el país se había recuperado económicamente, y reconoció la actitud del presidente en su reclamo por reformas en el FMI – un extremo que de alguna manera es un apoyo a algunas de las críticas de Buenos Aires al fondo. Bush incluso terminó elogiando al jugador argentino de basketball que está descollando en la NBA. Pero de todas maneras pidió mayor seguridad jurídica.
Habrá que ver cuál es el resultado de este encuentro en la marcha de las negociaciones por la declaración final de la Cumbre.
P. Visca es analista de información en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología y Equidad – América Latina).