por Carolina Villalba Medero (desde Mar del Plata) – En la convulsionada ciudad de Mar del Plata se está realizando desde el martes 1º de noviembre, la III Cumbre de los Pueblos convocada por la Alianza Social Continental, y que oficia como espacio alternativo de expresión de la sociedad civil.
Allí se han congregado organizaciones y movimientos sociales de nuestro hemisferio, como espacio de concertación y búsqueda de alternativas para otro tipo de integración. El programa incluye una gran diversidad de temas, que van desde talleres de testimonios de resistencia acerca del libre comercio y alternativas, a procesos de integración hegemónica; también se abordan salud y ambiente, energía, mercado de trabajo, problemas de género, economía sustentable y agricultura para autoconsumo, entre otros. Las proclamas se expresan bajo diferentes énfasis de denuncias como aspiraciones a lo que algunos participantes consideran debe ser “un destino justo y soberano”. Entre estos temas, uno de los que mayor atención recibe en estos foros es la problemática de los derechos humanos; el programa cuenta con 13 actividades en este tema.
Entre las organizaciones que abordan esos temas se encuentra el Centro de los Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA), de Argentina. Victor Hugo Ricco, uno de los coordinadores del centro,
¿Cuál es el trabajo que realiza el CEDHA específicamente?
El CEDHA trabaja con la relación entre derechos humanos y medio ambiente. Utiliza esta estrategia porque la defensa del ambiente es más difícil que la de los derechos humanos, por lo que el centro trata de usar instrumentos de protección de derechos humanos para proteger el medio ambiente. La violación ambiental trae como consecuencia la violación de los derechos humanos, por eso CEDHA realiza asesoramiento e investigaciones que sirvan para esa causa en temas como salud, acceso al agua, etc.
¿Cuál es su postura frente a los tratados comerciales como ALCA y los TLC?
En relación a la postura de la organización frente al ALCA y los TLC, el CEDHA busca priorizar los derechos humanos, la transparencia y el acceso a la información y participación de la población en dichos tratados. Si bien se necesita incrementar esa participación, cada pueblo debe tener derecho al camino que quieren elegir y para eso la información disponible es importante para poder decidir. Es necesario que la participación sea sólida y fuerte pero sobre todo responsable para que pueda hacerse escuchar.
Por otro lado, creo que si bien la integración es importante, las asimetrías son tan profundas que un proceso que se limite a la apertura comercial no caminaría. Y esto es válido para el MERCOSUR que intenta ser algo más que un acuerdo de integración comercial. En relación a los TLC o al ALCA, fallan desde el principio en el sentido que la normativa que proponen no la cumplen, ni lo que prometen a la hora de firmar los acuerdos. El CEDHA mantiene la posición que invertir en economías regionales sería una alternativa mas viable y más conveniente para nosotros.
Los estados americanos no pueden involucrarse en la construcción de un hemisferio económicamente integrado sin asegurar la preservación de los instrumentos de los que disponen para cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos. Deben reconocer que estos compromisos deben tener prioridad frente a los compromisos comerciales.
¿Cuál sería el papel de la sociedad civil en este aspecto?
Para establecer la primacía de los derechos humanos la sociedad civil debe exigirle a los Estados en primer lugar que nuestros países no establezcan negociaciones comerciales con otras naciones que no hayan ratificado los instrumentos básicos de derechos humanos tanto regionales como internacionales. En segundo lugar se debe exigir que se fortalezca la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos a través de la asignación de recursos económicos y la garantía del cumplimiento de las recomendaciones y decisiones de estos órganos. Por último, es necesario que prevalezca el derecho internacional de los derechos humanos sobre el derecho mercantil internacional en la resolución de diferencias en el contexto de acuerdos comerciales.
Además, para asegurar el carácter democrático de los procesos de negociación es necesario que se respete el pleno acceso a la información sobre las negociaciones de los gobiernos, así como a tener los medios económicos y oportunidades necesarias para que la sociedad civil pueda expresar sus opiniones sobre el contenido y la posible ratificación de esos acuerdos.
C. Villalba es analista de información en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología y Equidad – América Latina).